ADOLESCENCIA: ENTRE LA NIÑEZ Y LA ADULTEZ


Esta etapa del desarrollo trae consigo una variedad de cambios en lo físico, cognitivo, psicológico y social. Los y las adolescentes atraviesa momentos especiale que llevan a la consolidación de procesos importantes:
Madurez sexual: se desarrollan los aparatos reproductores. Surge la atracción sexual regulada por las hormonas.
Formación de su identidad: el adolescente consolida su personalidad y su autonomía. Durante estos años definen los rasgos de su forma de ser y los valores y principios que regirán su vida adulta.
Emociones y reacciones: Las hormonas sexuales  regulan el temperamento, es común observar reacciones explosivas, exageradas ante circunstancias cotidianas. Es usual que tengan confrontaciones con los adultos.
Vulnerabilidad y riesgo: En la adolescencia es posible encontrar que los chicos y chicas no miden el peligro que corren ante ciertas situaciones y pueden tener sensaciones de "todopoderoso" ante retos y otras influencias. Son vulnerables al consumo de alcohol, de cigarrillo, de otras sustancias, a la práctica de relaciones sexuales sin protección, al consumo de sustancias psicoactivas.
Influencias sociales y mediáticas: Es común que sea susceptibles a las ideas y opiniones que manejan en sus grupos de amigos, en redes sociales o en medios de comunicación masivos. 
Toma de decisiones: Este aspecto aporta una gran tensión, ya que deben elegir en muchos aspectos y definir cosas importantes en su vida. Desde cómo construyen su apariencia hasta que harán en el  futuro.



¿Qué pueden hacer los padres de adolescentes?
En primera medida es fundamental considerar que una gran ventaja está dada por el acompañamiento y relación que se haya generado durante la niñez. Esto hace más fácil la comunicación.
En segunda medida debe establecerse comunicación tranquila, cordial, con actitud de escucha, evitando los juicios, gritos y cantaleta. Es importante que se generen charlas informales, desprevenidas para crear temas de conversación que permita conocer las opiniones de los hijos sobre los temas de interés o preocupación.
En este sentido es fundamental que se lleve a la reflexión del comportamiento durante la charla. Y la participación tanto de padre como de madre son fundamentales.
En tercer momento se debe generar acuerdos con relación a las situaciones vividas, es una negociación entre padre e hijo, donde los dos dan y reciben. Debe ser claro que hay límites que se deben respetar y hay conductas que tendrán los hijos así los padres no estén de acuerdo (por eso la importancia de los acuerdos). 
Nunca hay que perder de vista que el objetivo es el bienestar de los hijos y que lo que se haga o deje de hacer contribuya a su proyecto de vida. No hay que permitir que otros aspectos desvíen el objetivo.


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